La costa asturiana es conocida por su belleza natural y su rica historia, y la zona tranquila y apacible que abarca Perlora y Candás no es una excepción. Ubicada en un entorno pintoresco entre el mar y las montañas, esta región ofrece una combinación única de encanto rural y riqueza histórica que atrae a visitantes de todas partes.

Perlora, en particular, ha sido testigo de importantes eventos a lo largo de los siglos. Uno de los aspectos más destacados es la presencia de vestigios presuntamente romanos en la torre del Castillo de Yabio, que atestiguan la antigüedad y la importancia histórica de esta área. Sin embargo, la región también ha experimentado períodos de conflicto y reconstrucción, como lo demuestra el impacto devastador de la guerra civil española.

Después del fin de la guerra civil, la Iglesia de San Salvador de Perlora tuvo que ser reconstruida en 1940, un testimonio conmovedor de la resiliencia y la determinación de la comunidad local. La reconstrucción fue llevada a cabo por el contratista Manuel Pérez, y posteriormente, en 1997, la iglesia fue nuevamente rehabilitada. Aunque puede carecer de características arquitectónicas llamativas, la presencia de una cruz pintada en el pórtico por el pintor candasín Alfredo Menéndez añade un toque de historia y cultura a este sitio sagrado.

Durante ese período, se construyó un complejo turístico de gran importancia conocido como la Ciudad Residencial Perlora. Este complejo contaba con una amplia gama de instalaciones, incluyendo un hotel, comedores, chalets, campos deportivos, e incluso una iglesia. Sin embargo, con el paso del tiempo, el complejo ha caído en desuso y gran parte de él espera ansiosamente una renovación.

Hoy en día, la tranquilidad y la serenidad de Perlora y Candás continúan atrayendo a los visitantes que buscan escapar del bullicio de la vida cotidiana. Sin embargo, también hay una sensación de anticipación en el aire, ya que el Gobierno del Principado de Asturias tiene planes para revitalizar y renovar el complejo turístico de Perlora. Con su ubicación privilegiada, su rica historia y su potencial sin explotar, Perlora y Candás están listos para escribir un nuevo capítulo en su historia, uno que combine el respeto por el pasado con una visión emocionante para el futuro.